miércoles, 16 de enero de 2013

Capítulo 15:


Ya había pasado mucho tiempo desde mi nueva vida. Bueno, vida… si es que se le podía decir así. Sabía que estaba muerta. Mi corazón ya no latía. Mis mejillas ya no se tornaban de un color rosado cada vez que un joven me decía un cumplido. Saber que no era la única así me tranquilizaba. A ser verdad, mis visiones me habían mantenido en calma, ya que sabía que iba a suceder con los Cullen… y con él.

No podía esperar a conocerlo. Lo había visto tantas veces en mis visiones… a pesar de la distancia que nos separaba lo amaba. Jasper Whitlock, ese era su nombre. Tenía ojos color carmesí, entonces supe que no seguía la misma dieta que yo. A pesar de eso, sabía que pronto todo iba a cambiar. 

Dejé de pensar por un momento y me levanté del sofá. Comencé a prepararme, me puse un vestido blanco a lunares negro que me llegaba unos centímetros antes de la rodilla. No tenía mangas y era ajustado al cuerpo. Lo acompañé con una cartera de charol negra y unos tacos altos del mismo color. Me coloqué un saco blanco de cuero que tenía mangas hasta los codos y me llegaba por la cintura. Busqué en mi neceser sombra para mis ojos, delineador, rush y perfume. 

Vestido que usó Alice (Año 1948)

Me observé al espejo. Mi piel se veía pálida, pero suave y delicada. Mi corto pelo me hacía ver algo diferente a las demás mujeres, pero no me importaba. Al fin y al cabo, sí era diferente. 

Sabía que mi encuentro con Jasper llegaría aquella noche, tal y como lo había visto en mi visión. Iba a ser en Filadelfia, en un pequeño bar. A pesar de que vivía bastante lejos, estaba por comenzar mi viaje y llegaría para la hora prevista. Mis ansias no cesaban y sabía que si fuese humana, mi corazón estaría latiendo mucho más fuerte que lo normal.

martes, 8 de enero de 2013

Capítulo 14:


Capítulo 15:


De repente solo quería cometer un error. Un aroma peliculiar y dulce proveniente de los árboles me había llamado la atención. 

Y allí se encontraba, un padre con su pequeña hija, los dos estaban tomados de la mano. Debían ser turistas que venían a visitar el bosque. "No, no y no" Me repetí a mi misma mientras mi sed aumentaba cada vez más rápido.

Sentí un impulso de traerlo hacia mí y luego atacar, pero… ¿qué pasaría con aquella pequeña niña? su corazón todavía latía, y no quería provocar daños irreparables.

Con fuerza interior tomé coraje y me alejé, dejando los pinos oscuros atrás, abriéndome a un nuevo mundo.



Llegué a mi hogar. Había adquirido recientemente una casa de un solo piso, con grandes ventanales y un hermoso jardín. Lo que más me gustaba de ella era que estaba alejada de la gente y se me hacía todo más fácil.

A diario tenía visiones acerca de la familia Cullen, ya sabía sus nombres. Edward, Esme, Rosalie, Emmett y Carlisle. Sabía que algún día yo me uniría a ellos, solo tenía que esperar a lo que decía el destino.

Me acosté en el sillón mientras reflexionaba acerca de todo. Podía controlar mi sed y estaba empezando una dieta "vegetariana". Quería tomar los mismos hábitos que mi futura familia. Había tomado algunas vidas, sí, lo aceptaba. Pero ya era tiempo de dejar todo eso atrás. No quería ser una bestia.

Me paraba en el espejo y veía mi clara piel, mi pequeña figura, mi corto cabello oscuro. Por fuera parecía una joven de 19 años, pero por dentro, era una fuerte e independiente vampiresa con más de 47 años de existencia.

Había buscado y encontrado algunos datos sobre mi vida como humana. Mi nombre completo era Mary Alice Brandon, había nacido en Biloxi, Mississippi, en 1901. Tenía una hermana llamada Cynthia y mi padre era vendedor de joyas. Eso era todo.

No podía parar de pensar en los Cullen, en mi vida como humana, en mi sed, en mi futuro amor…

A veces desearía poder dormir.









Nota: ¡Hola lectores del fanfic! Escribí este capítulo para que se vayan "orientando" de lo que va a estar pasando. Alice ha vivido estos años sola refugiándose del mundo y viviendo de sus visiones. Como es de esperar, muy pronto Alice conocerá a su gran amor Jasper dentro de poco. ¡Así que estén atentos a los nuevos capítulos! Espero les guste <3

-Guada (@TwilighterNotas)






miércoles, 2 de enero de 2013

Capítulo 13:


*NARRA ALICE* 

*NOTA: ALICE YA NO RECUERDA NADA DE SU PASADO, NI DE SU FAMILIA, DE EFRAIN O DEL ASILO. JAMES MATÓ A EFRAIN EN SU INTENTO DE ATACAR A ALICE PERO CUANDO VIO QUE SE HABÍA TRANSFORMADO DECIDIÓ DEJARLA Y VER LO QUE DEPARARÍA EL FUTURO PARA ELLA. ALICE PERDIÓ COMPLETAMENTE LA MEMORIA EN LA TRANSFORMACIÓN. SERÁ UN RETO SEGUIR ESCRIBIENDO PERO LES ASEGURO QUE LA NOVELA SIGUE EN PIE! LA HISTORIA NO TERMINA AQUÍ :) ¡DISFRUTEN!

Y ya… no sentí más dolor. Abrí mis ojos y me observé de pies a cabeza en un espejo roto de la habitación, mis manos, mis piernas, mi torso. Ahora mi piel era más pálida, mis labios más rojizos, mis ojos de un extraño tono carmesí… aunque, debo admitir que me veía bastante bien. Era yo, claro, pero una versión mejorada.

No tenía ni idea de dónde estaba, ni de que había pasado, nada. No recordaba nada, estaba sola en el mundo, pero no tenía miedo.

Mis visiones habían aumentado luego de la transformación, ahora eran más claras y más seguidas. Y fue entonces cuándo lo visualicé parado a mi lado, sonriéndome. Era un joven con el cabello rubio oscuro, de contextura mediana y hermoso. También vi a otra familia, un hombre que aparentaba unos 26 años, muy apuesto y llevaba el cabello rubio abrazaba a una mujer de la misma edad, con cabello marrón caoba con suaves ondas hasta los hombros. A su lado se encontraba otra pareja, una muchacha de mi misma edad muy apuesta, con el cabello rubio y una belleza inmensa sostenía la mano de un joven de contextura grande y fuertes músculos. También pude ver a un muchacho de unos 17 años parado solo pero sonriendo, tenía el cabello marrón claro y una hermosa sonrisa torcida. Esa iba a ser mi nueva familia, mi salvación, mi fé.

Había nacido para estar con ellos.

De repente sentí la necesidad de salir. Rompí la puerta de la cabaña y corrí hasta el bosque más cercano, olí algo que me atrajo demasiado, era un ciervo. Mi garganta comenzó a arder de una manera inaudita y tardé menos de un segundo en atacar. 

Tenía un instinto en mi interior que me hizo recorrer grandes distancias, a pesar de que tenía miedo y estaba perdida, algo dentro de mi me decía que no me de por vencida.